¿Qué sucedería a nuestra escuadra de combate en caso de una guerra con otra potencia que no fuese de nuestras mismas condiciones? Empezaré por excluir a nuestra escuadra de medirse con las de Inglaterra, Francia y Rusia, naciones que por otra parte no es probable que tengamos guerra con ellas sin que la cuestión se hiciese europea, y me fijaré en la nación que más probabilidades tiene de luchar con la nuestra. Me refiero a los Estados Unidos…
Escrito por Cervera en 1875 desde su destino en Zamboanga (Filipinas), 23 años antes de la guerra de España con los EE.UU.
Fuente: AAC, Legajo X-F, carpeta 4, Memoria “La Marina en las Naciones débiles”.
El trabajo material en Filipinas era excesivo. Oficiales y marinería hacían el servicio llamado babor y estribor de guardia, es decir cuatro horas de trabajo y cuatro de descanso; día y noche, semanas y meses sin interrupción alguna. Y sin embargo, aquellos hombres vivían contentos. Tal era el hábito de sufrimiento que habían adquirido, que la misma vida de peligros era para ellos un motivo con el que acallaban las nostalgias de su familia y de su Patria…
Refiriéndose a su segunda campaña en Filipinas en 1876.
Fuente: Risco, Alberto. Apuntes Biográficos del Excmo. Sr. D. Pascual Cervera Topete, 1920, p. 68
Comandante, diríjase usted a Zamboanga y no vuelva hasta traer quinina; si no la hay allí, siga hasta Manila, y reclámela con autoridad; si no se la quieren dar, venda un ancla del cañonero y cómprela; y si no basta un ancla, venda un cañón, dos, todos; para todo tiene usted permiso, bajo mi responsabilidad, menos para volver a Joló sin quinina…
Comunicación de Cervera con uno de sus Comandantes, necesitado de quinina para atender a los enfermos de paludismo en Joló, 1876.
Fuente: Risco, Alberto. Apuntes Biográficos del Excmo. Sr. D. Pascual Cervera Topete, 1920, p. 126.
Los ejércitos y las armadas, y más aún las armadas que los ejércitos, no se improvisan, sino que tienen que estar ya armados y organizados para cuando llegue el peligro…
Frase del folleto de Cervera sobre la organización del acorazado Pelayo, en 1892.
Fuente: Risco, Alberto. Apuntes Biográficos del Excmo. Sr. D. Pascual Cervera Topete, 1920, p. 169.
Tampoco convendría a ningún Gobierno tenerme a mí de ministro, de modo que el interés de todos, Patria, Marina y Gobierno es que yo no salga de modesto papel de Oficial de Marina, en el que podré prestar mejores servicios mandando escuadras, departamentos y cualquier otro destino que no tenga carácter político, pues en ese caso, no lo aceptaría…
Carta de Cervera a Ramón Auñón quien hace la tentativa por si Cervera estuviese dispuesto a aceptar la cartera de Marina en un Gabinete de Sagasta, fechada el 9 de junio de 1892.
Fuente: AAC. Legajo XVIII-O-1. “Auñón”.
El destino en Londres me agrada, porque me alejo de esta política que tanto me molesta, y veré si con este paréntesis vuelvo a ser lo que siempre fui, y deseo seguir siendo: un oficial de Marina y nada más.
Carta de Cervera a su primo Spottorno, fechada en Londres a 17 de agosto de 1893.
Fuente: AAC, Legajo XVIII-O-16. “Spottorno”.
Puede llegar un día, y llegará, en que peligren las Filipinas, que no se podrán defender sin tener una buena escuadra y que ésta tenga allí su base de operaciones; entonces se pedirán imposibles, y al pobre que le toque la desdicha de sufrir la derrota, se le escarnecerá y Dios sabe hasta dónde se ensañarán con él. Del mismo modo podemos perder Cuba, Canarias y Baleares, y hasta ser divididos como lo estuvo Italia en la Edad Media.
Carta de Cervera al Ministro de Ultramar, Segismundo Moret, fechada en Londres a 23 de noviembre de 1894.
Fuente: Legajo XVIII-O-10. “Moret”.
Base de operaciones no tenemos en absoluto: el antiguo Arsenal de Cavite siempre fue malo por lo mal situado, pero ahora con su puerto cegado, es más que malo, perjudicial el conservarlo, y debe cerrarse. Es preciso crear un puerto militar que yo creo que debe ser en Subic; hacer en él un dique, indispensable para conservar el material moderno, y llevar a él todo el utillaje de Cavite…todo esto es indispensable y si no se hace, preveo días de luto…
Carta de Cervera al Ministro de Ultramar, Segismundo Moret, fechada en Londres a 4 de enero de 1895.
Fuente: AAC, Legajo XVIII-O-10. “Moret”.
El arsenal de Cavite, no sólo no es un apoyo para la escuadra, sino lo creo un peligro en tiempo de guerra y una carga en tiempo de paz…
Carta de Cervera al Presidente del Consejo de Ministros, Cánovas del Castillo, fechada en Londres a 30 de abril de 1895.
Fuente: AAC, Legajo XVIII-O-11, “Cánovas” (Sobre defensa de Filipinas).
Esta necesidad (de contar con una industria propia) es evidente, porque en el momento en que haya la menor alarma de guerra, se cerrarían los mercados extranjeros en los cuales compramos actualmente, elementos para la construcción de cañones, ametralladoras y cañones de tiro rápido, excepto los Nordenfelt, fusiles, cartuchos metálicos, proyectiles, torpedos, algodón pólvora, todas las piezas grandes de forja, casi todas las máquinas auxiliares, herramientas mecánicas, bronce, cobre, asbestos y sus compuestos, caucho, material eléctrico, maderas de casi todas las clases, aceites minerales y otras mil cosas más. Resulta de todo esto que casi a la declaración de guerra nos veríamos obligados a quedar en absoluta inacción y es preciso pensar en ello. También depende, en gran parte, lo que se retrasan las construcciones en España. Es preciso, pues, fomentar la industria pero no debe hacerlo la Marina bajo la forma en que se ha intentado, sino el Gobierno y las Cortes, con sus leyes sabias que estimulen su desarrollo y si deben recibir alguna subvención en cualquier forma que sea, debe figurar en el Presupuesto de Fomento.
Escrito de Cervera en 1896 en relación a la necesidad de contar con industrias nacionales.
Fuente: AAC. Legajo XXIII-0 “Notas sobre Asuntos Generales de Marina (1896-1897), pp. 30-31.
De este Departamento (se refiere a Cartagena) no hemos podido rellenar de carbón, y entre Barcelona y Cádiz solo hemos podido obtener la mitad de la galleta que pedimos, y aun eso contando con 8.000 kg. que había mandado hacer aquí. No tenemos cartas de los mares de América, aunque supongo que estarán encargadas; hoy no podríamos operar.
Carta de Cervera al ministro de marina Bermejo de 6 de febrero de 1898, dos meses antes de declararse la guerra con los EE.UU.
Fuente: Correspondencia Oficial referente a las Operaciones Navales durante la Guerra con los Estados Unidos en 1898. Imprenta del Ministerio de Marina, 1899. p. 86.
¿Dónde y cómo remediaríamos las averías sufridas (tras un primer combate)? Es indudable que en el puerto de La Habana pero, ¿con qué recursos?... Yo desconozco los que pueda haber allí, pero a juzgar por lo que ocurre en este Departamento (Cartagena), donde no hay nada absolutamente de cuanto nos pudiera ser necesario, es de creer que lo mismo ocurriría en todas partes, y que la consecuencia inmediata del primer gran combate naval sería la inacción de la mayor parte de la escuadra para todo el resto de la campaña, fuere el que fuere el resultado de ese gran combate; y mientras tanto, el enemigo se repondría de sus pérdidas dentro de sus hermosos ríos y auxiliados por su poderosa industria y enormes recursos.
Reflexiones de Cervera tras un primer combate. Carta al Ministro de Marina, Bermejo, el 25 de febrero de 1898.
Fuente: Colección de Documentos referidos a la Escuadra de Operaciones de las Antillas, 1899, p. 34.
Me pregunto si es lícito callarme y hacerme solidario de aventuras que causarán, si ocurren, la total ruina de España, y todo por defender una Isla que fue nuestra y ya no nos pertenece, porque aun cuando no la perdiésemos de derecho con la guerra, la tenemos perdida de hecho, y con ella toda nuestra riqueza y una enorme cifra de hombres jóvenes, victimas del clima y de las balas, defendiendo un ideal que ya solo es romántico…
Carta de Cervera al Ministro de Marina Bermejo, fechada el 26 de febrero de 1898.
Fuente: Colección de Documentos referidos a la Escuadra de Operaciones de las Antillas, 1899, p. 36.
La cuestión con los Estados Unidos toca a su desenlace y lo peor de todo es que me parece que en el Gobierno no hay plan ninguno, y como estamos en la patria de Don Quijote, veo posible que nos lleven a una lucha como la de los molinos de viento, que si no fuera más que bufa, aún podría pasar, pero puede ser trágica y ruinosa en alto grado…
Carta de Cervera a su hijo Juan, fechada en Cádiz a 7 de abril de 1898.
Fuente: AAC. Legajo XX-2.
Es un error creer que las Canarias están seguras, lo cual solo es verdad si se refiere ese aserto a Santa Cruz, Las Palmas y algún otro lugar, pero, ¿lo está la isla Graciosa, por ejemplo? Pues si los yankees se apoderan de ella y fortifican el puerto del río, obtienen una base de operaciones, para las que hagan contra España, y seguramente no serán los batallones quienes los echen de allí. Eso es imposible (al menos ahora) con la escuadra en Canarias, pero será inevitable con la escuadra destruida.
Carta de Cervera al ministro de Marina Bermejo, fechada el 22 de abril de 1898.
Fuente: Colección de Documentos referidos a la Escuadra de Operaciones de las Antillas, 1899, p. 71.
Con la conciencia tranquila voy al sacrificio, sin explicarme ese voto unánime de los generales de Marina, que significa la desaprobación y censura de mis opiniones, lo cual implica la necesidad de que cualquiera de ellos me hubiese relevado…
Contestación a la Junta que envió a Cervera desde Cabo Verde al Caribe. Abril de 1898.
Fuente: Colección de Documentos referidos a la Escuadra de Operaciones de las Antillas, 1899, p. 83.
Esta tarde o mañana salimos para las Antillas; la escuadra enemiga es allí 3 o 4 veces más fuerte que ésta que yo llevo, de suerte que en un orden regular de cosas, esta debe perecer, sin que su sacrificio salve a Cuba, que está perdida para siempre. Así lo he hecho presente sin conseguir que me hagan caso, y veremos cómo me las arreglo para ir sorteando estas dificultades tan peligrosas. Adiós, mi querido hermano, muchas cosas a todos y si perezco, acuérdate de los míos…
Carta de Cervera a su hermano Vicente (residente en Utrera), fechada a 25 de abril de 1898.
Fuente: AAC.
La salida de aquí ha de hacerse uno a uno; no cabe ardiz ni disfraz, y la consecuencia de ello, absolutamente segura, es la ruina de todos y cada uno de los barcos con la muerte de la mayoría de sus tripulantes. Si yo creyera que hay probabilidades de éxito, aunque fueran remotas, lo hubiera intentado… Hoy, como antes, considero la escuadra perdida y el dilema es perderla destruyéndola si Cuba no resiste, contribuyendo a su defensa, o perderla sacrificando a la vanidad la mayor parte de su gente, privando a Cuba de ese refuerzo, lo que precipitaría su caída. ¿Qué debe hacerse? Yo, que soy hombre sin ambición, ni pasiones locas, creo que lo más conveniente, y declaro, del modo más categórico, que la horrible y estéril hecatombe que significa la salida de aquí a viva fuerza, porque de otro modo es imposible, nunca sería yo quien la decretara, porque me creería responsable ante Dios y la Historia, de esas vidas sacrificadas en aras del amor propio, pero no en la verdadera defensa de la Patria.
Carta de 25 de junio de 1898 de Cervera al General Arsenio Linares, contestándole a otra anterior y transmitiéndole lo que piensa de la guerra.
Fuente: Colección de Documentos referidos a la Escuadra de Operaciones de las Antillas, 1899, pp. 143-144.
Ustedes serán libres de España, pero serán esclavos de los norteamericanos.
Comentario que Cervera le hizo al teniente cubano Cuesta Felizola, cuando fue detenido tras el combate naval del 3 de julio de 1898 en la playa.
Fuente: Martínez Arango, Felipe. Cronología crítica de la Guerra hispano-cubano-americana. Ed. Ciencias Sociales. La Habana 1960. Cuesta Felizola informó verbalmente al autor de este libro.
…La carta es interesantísima para mí, porque al decir usted que “pensaba inevitable el encuentro con alguna de las dos Escuadras enemigas que cruzaban por aquellos mares, y como eran ambas muy superiores en fuerza a la de mi mando, era de temer que, aunque gloriosamente, fuera vencida y destrozada”, se demuestra que no era sólo mi opinión, sino también de mis compañeros, y aleja por completo toda duda de que nosotros fuimos empujados a segura destrucción, punto que a mí me importa mucho aclarar.
Es importante para V. y sus compañeros de voto, porque al demostrarse que a pesar de que creían ustedes que la Escuadra marchaba a la derrota, votaban ustedes que saliera, se pone de manifiesto que no la ignorancia ni la ligereza, sino móviles mucho más elevados eran los que impulsaban a ustedes, y aun cuando yo creo que esos móviles no han debido hacer variar los votos de ustedes es consolador ver ese espíritu de sacrificio en el Cuerpo, aun cuando hubiera de hacerse por otros que los votantes.
Carta (contestación) de Cervera al contralmirante Antonio de la Rocha, uno de los miembros de la Junta de Generales de la Armada que el 23 de abril de 1898 decidió (con su voto favorable) enviar urgentemente a la Escuadra de Cervera a las Antillas. Carta fechada el 26 de noviembre de 1898.
Fuente: Colección de Documentos referidos a la Escuadra de Operaciones de las Antillas, 1899, p. 115.
Si debemos honrar a los muertos que valieron en vida, nadie hay más acreedor a ello que Bustamante. La Iglesia ha perdido en él un buen cristiano; la Patria, uno de sus más amantes hijos; su familia, el mejor de los padres; la Ciencia, un sabio; la Marina, uno de sus mejores jefes; los que le trataron, el mejor de los amigos. Descanse en paz y los que lean esto dediquen una oración por caridad, al alma del cristiano y presenten a sus hijos el ejemplo de su vida, en la que hay tanto que aprender.
Mensaje que Cervera escribió en el Diario de Cádiz coincidiendo con el traslado de los restos de Joaquín Bustamante, en enero de 1899.
Fuente: Risco, Alberto. Apuntes Biográficos del Excmo. Sr. D. Pascual Cervera Topete, 1920, pp. 371-372.
Soy enemigo del sistema que conduce a este desorden y a esta desorganización, pero es al sistema de administración y gobierno de la Armada y en manera alguna al sistema político y constitucional… yo no soy hombre político, ni quiero serlo; si lo fuera, examinaría lo que tenemos en relación a lo que necesitamos, pero como no lo soy, y en cambio soy militar, me atengo a los deberes que se deducen de estas premisas y procuro dar al César lo que es del César.
Como hijo de la Iglesia Católica, me atengo en esto a lo que el Santísimo Padre León XIII ha dicho en sus inmortales encíclicas. Creo que en política no hay nada absoluto porque así como nadie puede comprender la república en Marruecos ni el rey de Suiza, en cada país se encuentran instituciones políticas adaptadas a su estado social.
Carta de Cervera al jesuita Jose Mª Remesal, fechada a 28 de noviembre de 1899.
Fuente: AAC, Legajo XIX, carpeta 5.
Lo que no sabe casi ningún español al estallar esta desastrosa guerra, es que estábamos faltos de toda preparación… la inmensa mayoría de españoles creían a los Estados Unidos sin medios para luchar contra nosotros juzgándola nación de mercaderes sin el menor espíritu militar. ¡Qué error tan grande!...
Manuscrito de Cervera que denominó “Primeras cuartillas de un estudio crítico de la Guerra”. 1899.
Fuente: AAC. Legajo XXIX, carpeta 0.
Cuando a los hombres les acompaña el éxito, vienen en pos de él las manifestaciones de admiración y de entusiasmo; pero cuando se trata de un vencido, como yo, esta delicadísima prueba de afecto que recibo de mis compañeros de desgracia, me llega al alma, porque solo puede fundarse en su cariño y en la plena convicción de que, si no les pude llevar a la victoria, les llevé aún más lejos, al sacrificio por el cumplimiento del deber.
Agradecimiento por el bastón de mando que le regalan sus Oficiales y Mandos de la Escuadra, en 1899.
Fuente: Risco, Alberto. Apuntes Biográficos del Excmo. Sr. D. Pascual Cervera Topete, 1920, p. 257.
¡El 3 de julio! Memorable fecha porque evoca recuerdos que contienen un mundo de errores, de pasiones, de virtudes… Del personal que salió de España, no tuvo la escuadra ni un solo desertor; aquellos hombres cristianos y patriotas, sufrieron sin murmurar las penalidades de tan ruda campaña y sabiendo lo que les esperaba, puesta su confianza en Dios, salieron todos enteros, viriles y sin jactancia, a consumar el sacrificio que se les exigió en nombre de la Patria.. Siempre consideré mi mejor blasón el haber mandado a aquellos valientes…
Declaraciones al periódico El Correo Gallego, de Ferrol.
Fuente: AAC. Legajo IV-A. Prensa (artículo ¡El 3 de julio!, 1900).
Condeno con toda la energía de mi alma el horrendo crimen de que ha sido víctima el Presidente McKinley, pero dada su significación política, autor de la guerra que se nos hizo, la más injusta que registra la historia, si se exceptúa la de los Boers, que aún lo es más, debo abstenerme de toda manifestación personal fuera de la condenación del crimen.
Declaración de Cervera cuando le fue solicitada a Cervera un mensaje de condolencia por el asesinato del presidente norteamericano hecho por el anarquista que el 6 de diciembre de 1901 disparó dos tiros de revolver contra McKinley
Fuente: AAC. Legajo XXII-A-2 Telegrama de 18 de septiembre de 1901.
El digno profesor de la clase de castellano me ha escrito invitándome para asistir el 22 de febrero próximo a la celebración de Jorge Washington. Siento mucho no poder ir y quisiera decir a Uds. algo de este eminente, pero es tan grande y yo soy tan pequeño, que todo cuanto dijera de él resultaría pálido.
Sus virtudes fueron tan elevadas y generales que, merced a ellas dio tono a una política que, perseverantemente seguida, ha hecho de los Estados Unidos, con el transcurso del tiempo, una nación rica y feliz y si vuestro país sabe continuar siempre por la senda que él marcó, se conservará, constantemente, grande entre los grandes.
Creo que las mayores virtudes poseídas por Washington eran su modestia y su moderación y cumpliéndose las promesas hechas por Jesucristo, por eso mismo floreció tanto su país. ¡Quiera Dios que su grandeza no embriague al pueblo americano! Porque en ese caso, más tarde o más temprano, sobrevendrá el aniquilamiento, la ruina y la muerte. Que Dios libre de estos males a vuestra nación, lo que ciertamente sucederá sui Uds. imitan las virtudes de Jorge Washington, sin separarse jamás de ellas; así lo desea su afectísimo.
Contestación de Cervera (que entonces se encontraba ya muy enfermo) a una carta procedente de la Escuela Superior Central del Condado de Hamilton (Tennessee), en la que los estudiantes le invitaban a la celebración del aniversario de George Washington. Fechada en Puerto Real, a 15 de enero de 1909.
Tengo que declarar que no ha habido una sola vez que haya hecho un llamamiento al honor y al deber de mis marinos, en que estos no hayan respondido plenamente a mi apelación, y que si alguna falta pudo haber, nunca fue de ellos, sino mía.
Antes de morir, delante de sus hijos. Abril de 1909.
Fuente: Risco, Alberto. Apuntes Biográficos del Excmo. Sr. D. Pascual Cervera Topete, 1920, p. 429.
Cervera escribió una carta a uno de sus hijos, que en ese momento se encontraba de alumno en la Escuela Naval Militar, el siguiente mensaje:
“Seguramente, has de oír juzgar mis actos, y muy pocas personas serán las que en esos juicios sean desapasionados; para unos seré un héroe legendario; para otros un cobarde vil y miserable. Para unos seré un ejemplo sublime que habré dado al obedecer las estúpidas órdenes que nos condujeron a la ruina; para otros será un crimen imperdonable el haberlas obedecido. Ni te envanezcas con lo uno, ni te exaltes con lo otro. Considera siempre que todos los actos públicos son del dominio de todos, que pueden censurarlos; evita oír semejantes juicios, tanto los que puedan herirte como los que puedan halagarte; y ten presente que tu padre sólo ha aspirado a cumplir con su deber y pídele a Dios misericordia para él, cuando sea llamado a su Divina presencia…”