La Prosperidad era un buque pequeño con el nombre y aparejo de goleta, destinado a prestar los servicios de vigilancia de las costas y auxiliar de las escuadras y divisiones navales. Al producirse la sublevación cantonal de Cartagena en julio de 1873, y organizar el contralmirante Lobo su Escuadra para bloquear dicha plaza, se incorporó a la misma.
Cartagena proclamó su régimen cantonal el 12 de julio de 1873 constituyéndose de inmediato la Junta Revolucionaria de Salud Pública, en la que participaban elementos militares y civiles encabezados por el general Contreras y el diputado Gálvez.
La escuadra de Lobo había hecho acto de presencia frente a Cartagena, aunque era en extremo débil para medirse con la cantonal y menos aún para batirse con las poderosas fortificaciones y baterías de la plaza.
La misión de Cervera era viajar a Madrid para trasladar los oficios que el Almirante Lobo había escrito al Gobierno central para recuperar dos fragatas españolas que habían sido apresadas por la Escuadra inglesa y que se encontraba fondeada en Escombreras, cerca del foco cantonal de Cartagena. El Almirante Lobo pedía al Gobierno que interviniese enérgicamente con el inglés para la rápida conclusión de tan espinoso asunto.
Cervera, disfrazado de corredor de comercio, viajó hasta Madrid, y tras entrevistarse con el Ministro de Marina, regresó a Alicante con Millán y Caro, Ministro plenipotenciario encargado de contactar con el Almirante español y responsable de la recuperación de los barcos en poder de los ingleses.
Cuando Cervera llegó a Alicante de regreso de su comisión madrileña en un azaroso viaje no localizó a Lobo, ni allí ni en Santa Pola. El almirante ya se encontraba en Gibraltar, y puesto que lo importante era que Millán se entrevistase con el almirante inglés Yervelton, que era quien tenía que decidir sobre la cuestión, el tiempo apremiaba y se necesitaban tomar decisiones.
Entre las condiciones impuestas por las autoridades inglesas para devolver las dos fragatas apresadas por los cantonales, se encontraba la de exigir que España se comprometiese a embarcar en los dos buques una nutrida dotación. El almirante inglés argumentaba que si se devolvían al almirante español las fragatas Almansa y Victoria, faltas de dotación, podían caer de nuevo en poder de los insurgentes cantonales, con desprestigio para la nación británica.i
Cervera entonces asumió la responsabilidad de un plan que consistía en entrar ocultamente en la bahía de Escombreras, burlar y distraer la vigilancia enemiga, acercarse al buque insignia inglés y trasbordar al diplomático delegado por el Gobierno central. Se valió para ello de la goleta Prosperidad a la que camufló como francesa.
No era el buque más indicado para acometer esa empresa, pues por su escaso andar de cinco millas no había podido seguir a los buques de Lobo y había vuelto a su refugio alicantino.
La misión era bastante comprometida pues la pequeña goleta debía meterse literalmente “en la boca del lobo”, toda vez que el fondeadero de la escuadra cantonal estaba muy próximo al de los buques ingleses, por lo que hechos los preparativos con la más absoluta reserva, en la tarde del 31 de agosto levó anclas la Prosperidad llevando a bordo a Cervera y Millán y al mando de su comandante interino el Alférez de Navío Navarro, quien aun no conociendo la orden de operaciones, tenía confianza ciega en Cervera.
Para llegar al fondeadero de Escombreras pasó la goleta como si fuera el buque correo francés que hacía el servicio entre Orán y Cartagena con las luces encendidas y dando órdenes en voz alta en francés para no llamar la atención. Cervera puso a un Oficial en cada palo, para transmitir sus órdenes en voz baja, mientras que él las daría en francés desde la toldilla. La tensión era muy grande, ya que la Prosperidad entró en el puerto con todo el aparato de paz y las luces reglamentarias, pero también con toda la artillería preparada y su dotación armada… Las órdenes eran claras: la prioridad consistía en desembarcar al diplomático español y de ser descubiertos o atacados, morir matando y hundir la goleta.
Entretanto, las fragatas cantonales Numancia y Méndez Núñez, con las calderas encendidas, estaban fondeadas exteriormente por lo que para llegar a los buques ingleses, la Prosperidad tuvo que pasar muy cerca de ellas con evidente riesgo de ser descubierta.
Como la Prosperidad tocó fondo, se dispuso a echar un bote que llevara a Millán a la escuadra inglesa, y en ese preciso momento se acercaba un bote de guerra. Un piquete de hombres armados ocupó la escala por orden de Cervera y se distribuyó por la borda con pañuelos en las manos para tapar la boca a los tripulantes en cuanto intentasen abordar la goleta.
Pero no tuvieron que hacerlo, porque el bote era de la escuadra inglesa, que tomando a la Prosperidad por un buque francés, traía al Oficial de etiqueta para cumplimentarle.
La sorpresa del Oficial fue inmensa, al encontrarse que “la goleta francesa” se encontraba fondeada entre las dos fragatas cantonales. Oyó asombrado la misión y encargo de Cervera y, minutos después, regresaba al buque insignia de Yervelton con el Ministro Plenipotenciario.
Una vez que el improvisado comandante de la “goleta francesa” tuvo a salvo a Millán, se dispuso a emprender la maniobra de salida con la misma serenidad y delante de las fragatas insurgentes. Las consecuencias de tan arriesgada aventura tuvieron un efecto positivo, ya que a los pocos días –el 26 de septiembre- la Victoria y la Almansa arriaban el pabellón inglés e izaban el español, incorporándose a la Escuadra de Lobo.
El propio Almirante Lobo en su informe oficial declararía que “al cumplir este relato del brillantísimo desempeño de la comisión del capitán de fragata Cervera creo que sería pálido cuanto pudiera decir en debido elogio de este excelente jefe; pero no puedo dejar de cumplir la gratísima obligación de llamar la atención de V.E. hacia mérito tan relevante y notable desempeño de comisión tan notable como importante. Gibraltar, 4 de septiembre de 1873. Miguel Lobo. Excmo. Sr. Ministro de Marina”.
Tras su misión singular en la Prosperidad, el 1 de enero de 1874 Cervera embarca en el vapor Buenaventura rumbo a Filipinas, donde se hará cargo del siguiente destino: Comandante de la Corbeta Circe.
ANEXO: Ficha técnica de la Goleta de hélice Prosperidad
- Características generales: Goleta de hélice, con casco de madera. Construida en Cartagena en 1865. Coste del buque: 455.719,46 pesetas (de las de entonces).
- Desplazamiento: 426 toneladas.
- Dimensiones: eslora 43m.; manga 7m. y puntal 3,30m.
- Velocidad: 6 nudos.
- Armamento: 2 cañones (de 20 cm.)
- Dotación: 81 hombres
- Baja en la Armada: 1892
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