“Larga trinquete en nombre de la Santísima Trinidad Padre, Hijo y Espíritu Santo. Tres personas y un solo Dios verdadero, que sea con nosotros y nos guarde, que acompañe y nos dé buen viaje a salvamento y nos lleve y vuelva a nuestras casas”
Oración del Piloto a la salida de las Naos hacia las Indias
Recuerdo que cuando era niño una de mis aficiones favoritas consistía en ver los buques de la Armada Española atracados en el muelle de trasatlánticos del puerto de Cádiz. Resultaba fascinante recorrer, cuando podía, cubiertas de barcos, como las del Crucero Canarias, pero también en los años que viví en el Arsenal de la Carraca era singular la experiencia de conocer lo que en la Armada se denominaban “barcos blancos”, aquellas unidades que no se han construido para el combate, sino para el conocimiento, la formación o la representación. Y entre ellas destacaba, sin duda, el buque escuela Juan Sebastián de Elcano, orgullo de nuestra Marina y embajador de España en el mundo.
El 19 de julio de 2010 tuve el privilegio y honor de ser invitado a embarcar en el Elcano en la travesía Vigo-Cádiz, después de haber desembarcado a los guardiamarinas en Marín para asistir a la ceremonia de jura de bandera y entrega de despachos como alféreces de navío y tenientes. Era el LXXXI Crucero de Instrucción que les había llevado por Las Palmas, Río de Janeiro, Montevideo, Buenos Aires, Punta Arenas, Valparaíso, El Callao, Guayaquil, Cartagena de Indias, Charleston, Boston y Marín. Ahora se trataba de la última navegación antes de llegar a Cádiz, 540 millas náuticas, o lo que es lo mismo, 1.200 km.
El Comandante del buque, Capitán de Navío, D. Manuel de la Puente Mora-Figueroa, nos dio la bienvenida al grupo de invitados y nos presentó a su Segundo Comandante, el Capitán de Fragata, D. José Aurelio García Murga y al Tercero (y Jefe de Estudios), Capitán de Corbeta D. Juan Manuel Macías Gaya. Todos ellos se volcaron en atenciones durante la navegación para que nos sintiéramos como en casa y aun entendiendo que nos encontrábamos en una unidad militar, basada en la disciplina y el orden, pudimos convivir civiles y marinos en un espíritu de camaradería y compañerismo extraordinarios.
Relatar lo vivido tiene el privilegio de poseer dos planos de lectura sin faltar a la verdad. Por ello quisiera reflejar, en este artículo, las dos realidades paralelas que son dos visiones de los hechos: el cuaderno de bitácora del propio buque (escrito en cursiva) y mis reflexiones personales de la travesía. Dos maneras de contar lo mismo, que se superponen, pero con matices diferentes…
Cuaderno de bitácora 19 de Julio de 2010: Comienza la navegación y con ello la primera singladura al salir del puerto de Vigo a las 12:00 de la mañana, con viento flojito del NW ¼ N, marejadilla y cielos parcialmente cubiertos…
La vida, ya de por sí ajetreada y laboriosa, tendrá un nuevo colorido con la compañía de nuestros invitados que dispondrán de un programa de actividades adaptado a sus especiales circunstancias y que seguramente no olvidarán. La mayoría de estas personas tienen una mayor o menor vinculación con la Marina de Guerra o Mercante, pero a todas ellas les une un mismo sentimiento, el de amor a España y a la Armada, por lo que para la dotación es un orgullo y satisfacción dedicar estos pocos días de navegación hasta Cádiz a atenderles lo mejor posible y a contestar todas sus inquietudes sobre este buque y la Armada…
… con viento favorable, se toca Maniobra General para dar el aparejo de cruz, quedando finalmente con aparejo de juanete. Durante la tarde el viento sigue aumentando a frescachón permaneciendo estable en dirección navegando por encima de los 10 nudos con los invitados admirados al ver un barco de casi cuatro mil toneladas impulsado por el viento y deslizándose con suavidad a esas velocidades…
… a las 22:04 se produce el ocaso con buena anochecida y cielos despejados. Finaliza la singladura con fuerte marejada…
Ciertamente, para los invitados que jamás han navegado a bordo de un buque de la Armada, la experiencia resulta inolvidable (más de uno termina mareado en esta primera jornada). Los hay de todas las edades, procedencias y profesiones. Nos alojamos en las literas del sollado de guardiamarinas y en nuestras taquillas debemos guardar los efectos personales, así como el chaleco salvavidas para caso de emergencia. Las literas de dos alturas son relativamente confortables, algo que no sucedía antes de las obras de modernización de la habitabilidad, cuando los guardiamarinas dormían en literas de a tres alturas, prácticamente sin espacio para revolverse en ellas.
Los que hemos accedido a cuadernos de bitácora de otras épocas comprobamos que antiguamente los acontecimientos se relataban de una forma casi espartana. Sin embargo, el cuaderno de bitácora del “Elcano” tiene alma, como su barco… eso me recuerda lo que un antiguo médico escribió de él: “el Elcano es una persona, tiene humanidad y sentimiento, yaciendo ocultos en las sentinas y pañoles”…
Cuaderno de bitácora 20 de julio de 2010: Durante la mañana se organizan visitas por grupos para que todos conozcan las áreas más significativas del buque. Tras ello, se realiza un ejercicio de “Emergencia en la Mar”. Se imparten conferencias con las ideas básicas de supervivencia en la mar y actuación en caso de emergencia a fin de que el personal civil recién embarcado conozca el procedimiento a seguir en caso de emergencia real y tenga claro dónde acudir y la balsa que tiene asignada.
El escaso tiempo de navegación me confirma, además, que los valores que rigen la vida de cualquier barco de la Armada Española, son los que explícitamente se recogen en el Manual de Bienvenida del Elcano, y que son: cooperación y compañerismo; respeto y gratitud; responsabilidad y voluntad; alegría y humor; entusiasmo y compromiso; solidaridad y comprensión; reconocimiento y sinceridad; esfuerzo y sacrificio. Parecen muchos, pero se sienten presentes en todo momento.
Cuaderno de bitácora 21 de julio de 2010: Durante el día el personal civil y militar embarcado participa en diferentes clases de maniobra y navegación, en conferencias, charlas sobre nudos marineros, guardias de timonel e incluso colaboran en la observación con el sextante del crepúsculo nocturno.
…a las 21:51 se produce el ocaso con buena anochecida, cielos parcialmente cubiertos, horizontes tomados, buena visibilidad y viento fresquito del NW, dando 10 nudos…
Hay tiempo para todo. El toque de diana nos despierta e invita al desayuno, aseo y limpieza de alojamientos, conferencias sobre diversos temas, como seguridad en la mar, maniobras del buque, nudos marineros, etc., visitas a dependencias concretas, como la cámara de oficiales y la del comandante, sala de máquinas, puente de derrota, etc., actividades libres como guardias de timonel, colaboración en las maniobras generales, etc. La Misa (voluntaria) en el Oratorio del Juan Sebastián de Elcano presidida por su Comandante, y un concierto diario en cubierta completa la panoplia de actividades. Y por si queda algún resquicio de tiempo libre, el “pater” organiza para aquellos que lo desean un campeonato de mus y de dominó…
Este día tengo la satisfacción y el honor de impartir una conferencia de historia en la camareta de Guardiamarinas (1898: Fin del Imperio colonial español. La España que le tocó vivir al Almirante Cervera). Me abruma pensar que a lo largo de los 83 años de existencia del Elcano, en este Aula Magna flotante han impartido sus clases y conferencias cientos de ponentes y protos, y trato de estar a la altura de todos ellos transmitiendo con pasión los últimos días de nuestro imperio visto desde la óptica del último almirante español que combatió en aguas cubanas, en 1898.
Cuaderno de bitácora 22 de julio de 2010: A 08:44 se toca maniobra general y se carga todo el aparejo, para a continuación aferrar el aparejo de cuchillo. Tras la maniobra general se continua navegando a punto de fondeo avante 200rpm. Durante la mañana son impartidas al personal civil y militar comisionado a bordo las últimas conferencias y charlas. Tras esta última mañana de trabajo para ellos, se les recompensa con una comida en cubierta con comida típica española, paella. Es un momento muy agradable para todos, y los lazos de amistad se estrechan un poco más, si cabe, entre todo el personal de a bordo, tanto dotación como comisionados.
…A 16:20 se fondea al 158 del faro de Matalascañas cuatro millas y media, con el ancla de babor, segundo grillete en cubierta en sonda de 15 metros, tenedero de arena. Tras ello se aferra la cruz, con colaboración del personal comisionado, quedando todas las velas del buque listas para la entrada en puerto. Al mismo tiempo se autorizan baños.
Es una tradición en el Elcano disfrutar la paella de despedida, y nos sabe a gloria. Los lazos de amistad, ciertamente, van azocándose y el fondeo frente a Doñana otorga una perspectiva única e irrepetible a la travesía. A estas alturas conozco a muchas personas con las que he entablado conversación y nos hemos hecho fotografías en diferentes lugares de cubierta.
El buque ofrece innumerables lugares donde tomar excelentes fotografías; desde el castillo, en proa, se contempla la envergadura del bauprés, con un total de 24 metros de longitud, 19 de ellos fuera del buque; y bajo él, el bellísimo mascarón de proa, que representa a la diosa Minerva. También desde el castillo pueden tomarse fotos espectaculares del velamen del trinquete y de la maniobra de anclas, cada una de ellas de 2.400 kg. En esta zona se encuentran dos pequeños cañones para efectuar el saludo y las salvas de ordenanza.
Desde el combés, donde se encuentra el puente de gobierno, se pueden contemplar las marcaciones radar y de posicionamiento que sirven para gobernar el barco. El alcázar es el espacio donde tienen lugar muchos de los actos de la vida de a bordo, como los conciertos de la Banda de música o la misa dominical. Y la toldilla, a popa, es un espacio para maniobras o actos de servicio en la que suelen estar habitualmente los oficiales. Precisamente allí se encuentra la caseta del servo, dentro de la cual hay una caña de timón desde donde se puede gobernar el barco en caso de fallo de la caña que va en el puente de gobierno. Las fotografías desde esta zona, con la bandera de España ondeando, tienen un especial atractivo a cualquier hora del día, aunque si puedo escoger un momento, me quedo con la puesta de sol…
Cuaderno de bitácora 23 de julio de 2010: A 06:11 se levanta fondeo y se comienza a navegar a palo seco en demanda del puerto de Cádiz variando las revoluciones del motor principal para ajustar la velocidad y arribar a puerto a la hora prevista.
A las 12:00 se entra, por fin, en el puerto de Cádiz, quedando atracados en el muelle habitual. Por supuesto faltan palabras para describir como es un momento como éste. Familias y amigos que han estado casi siete meses separados por miles de millas de océano, que han añorado a sus seres queridos con todo su corazón, que han sufrido y han llorado en la distancia, con las buenas y malas noticias, hoy se encuentran de nuevo y se funden en abrazos y besos. Estos militares y sus familias han sacrificado, en cierto modo, siete meses de convivencia, cercanía y cientos de experiencias por servir a su patria, a España. Dejaron su tierra y sus hogares, sus esposas y maridos, sus hijos y hermanos, sus amigos y familiares… por navegar en el “Elcano”, por llevar su pabellón por todo el mundo, por ayudar a mover este pequeño “pedazo de España”. Y después de los muchos días lejos, cuando abrazan a sus seres queridos a pie de portalón, no podrían estar más orgullosos de haberlo hecho.
… Un saludo desde el Juan Sebastián de Elcano y nos veremos en el próximo crucero de Instrucción. Hasta entonces salud y felicidad a todos y que Dios les bendiga.
Es casi imposible explicarlo mejor que en el cuaderno de bitácora; sin embargo, debo señalar que esta mañana nos tocaron diana con la canción de Niña Pastori y Alejandro Sanz, “Cái” y admito sentir una emoción especial al oírla por los altavoces del barco. Es una forma de decir bien claro y alto que el Elcano, nacido en 1927, vuelve a casa de nuevo, como todos los años…
Todo es gozo de vivir y volver. Cádiz, Cádiz,… Tiemblan las imágenes estando el día claro. Las familias, los hijos, los recuerdos… El barco se aproxima; apenas nos separan unos metros. La banda de música de Infantería de Marina que espera en el muelle rivaliza con la que tenemos a bordo; la dotación hace uso de sus móviles para localizar a sus familiares y, una vez que el portalón alcanza tierra, baja un marinero y, nada más cruzarlo, besa el suelo y corre para abrazar a alguien; multitud de escenas con lágrimas y sonrisas, con besos y abrazos que se suceden…
Durante unos instantes me alejo de este escenario y me acuerdo de mi padre, de lo mucho que me gustaría abrazarle en ese momento, pero como ya no está entre nosotros, miro al cielo y con el eco de la Salve Marinera al fondo veo una imagen que no distingo bien si es la sonrisa complaciente de La Galeona o la de mi Tío Rafael, que estuvo aquí destinado de Capitán de Corbeta en 1930 en el III Crucero de Instrucción, circunnavegando el mundo, pero en sentido contrario a como se viene haciendo habitualmente.
Es tarde y nos despedimos, una vez más, de forma apresurada unos y otros. Doy gracias a la dotación, a sus oficiales y saludo al Elcano por última vez… Entre las tradiciones navales el primer saludo que se hace al subir a bordo, justo al terminar la plancha y poner los dos pies en la meseta alta del portalón, es a la bandera española que hay en popa. Una simple inclinación de cabeza, mientras se le da frente, es cortesía entre todos los marinos del mundo. Ahora hago lo mismo, pero al desembarcar. Ya me despido de él…
Mientras me alejo, miro de reojo al buque y veo su porte; este recuerdo que ya presiento imborrable, me hace recordar que vuelvo de nuevo a otra realidad después de haber soñado durante cinco días… Me siento muy feliz.