1. Introducción
¿Es posible retroceder hacia el pasado? Para conocer algo acerca de nuestros antepasados, se podría retroceder en el tiempo y llegar más o menos hasta la época de Felipe II, hacia 1560. Fue entonces cuando, como consecuencia del Concilio de Trento, se impuso la obligatoriedad de los registros parroquiales en donde quedaba constancia de los bautizos, confirmaciones, matrimonios y entierros de un gran número de habitantes.
Pero puede suceder que la parroquia a la que pertenecían nuestros antepasados hubiera sufrido algún avatar, no se conservara el archivo y, por consiguiente, no se pudiera retroceder en el tiempo más allá de la fecha en que se crearon los registros civiles y algunos archivos municipales, allá por 1870.
Haciendo una investigación en profundidad quizás los podríamos llegar a conocer pero tenemos que tener en cuenta que la complicación va en progresión geométrica de ascendientes: dos padres, cuatro abuelos, ocho bisabuelos, dieciséis tatarabuelos,… son cientos de antepasados que se irían agolpando en ese caminar hacia atrás en el tiempo…
Etimológicamente, el linaje lo forma un grupo de parientes que descienden de un antepasado común no legendario, sino real e identificable. La problemática inherente a la genealogía, la oscuridad de los orígenes familiares a través de los siglos es tarea difícil para los investigadores y en ese sentido, la investigación del linaje Cervera no es ajena a ello.
2. Origen y genealogía del apellido Cervera
En la segunda mitad del siglo VIII, estando Cataluña dominada por los árabes, surge un hombre que pasaría a la posteridad como el restaurador del territorio catalán: Otger Catalón, junto a sus nueve capitanes (Nueve Barones de la Fama, uno de ellos D. Galcerán Yolt).
Algunos tomaron como apellido el nombre de las tierras conquistadas, como le sucedió a Yolt, que al ganar la plaza de Cervera (provincia de Lérida), conservó su Baronía y el Señorío del Castillo, pasando a llamarse D. Galcerán de Cervera. Allí fundó su Casa Solar y sus descendientes se apellidaron Cervera. Es decir, el apellido Cervera es toponímico, al provenir de un lugar geográfico relacionado con la primera persona que usó el apellido. Cervera es considerado un lugar de gran relevancia para la cultura medieval catalana. Allí se reunieron por primera vez las Cortes Catalanas en 1539 para elaborar las Leyes Generales que darían lugar a la Diputación de la Generalitat. Comienza así la historia del apellido…
El apellido Cervera nace catalán, se desgaja después en una rama mallorquina extinguida en la región a mediados del siglo XIX, pero antes ha saltado también a Valencia y Alicante en otra rama desgajada del antiguo tronco.
De esta rama valenciano-alicantina surgirá, a finales del siglo XVIII el fundador de la rama andaluza por una serie de circunstancias que la posibilitan y que será en buena parte la base de la familia que existe hoy.
En cuanto al Escudo de Armas del apellido Cervera, éste sufrió variaciones.
Dice Mosén Jaime Febrer que en el siglo XII Guillen de Cervera, usaba: De plata, con un árbol de sinople muy poblado, llamado Cervera o Servera.
Raimundo de Cervera, citado por el mismo autor, usaba: De oro, con un ciervo de gules y ramado de ocho puntas.
Más tarde, en el siglo XVIII, otros Cervera de Valencia y Mallorca, organizaron los dos escudos anteriores en otro cuartelado: 1º y 4º, sobre campo de oro con un ciervo de gules (encarnado), y 2º y 3º, sobre campo de plata con el árbol de sinople poblado con muchas hojas, llamado Cervera y sobre el todo, un escusón de oro, con un águila de sable, en memoria de que el fundador del linaje, Galcerán de Yolt, procedía de la casa de Saboya.
Todo ello adornado con morrión o celada de acero bruñido, claveteado y perfilado de oro, forrado de rojo, puesto enteramente de perfil, mirando al lado diestro en señal de legitimidad y montado en penachos de varios colores. Y así quedó finalmente:
3. Árbol genealógico del apellido Cervera
El árbol es la representación gráfica en la que se muestran los antepasados y los descendientes de una familia de forma organizada y sistemática. En el caso del apellido Cervera comienza en el siglo XI, y se puede seguir en este gráfico:
4. Las cinco ramas de la Familia Cervera, desde el siglo XIX hasta nuestros días
Desde la generación 20 con Juan Bautista Cervera y Ferrera surge la rama andaluza de la familia Cervera que se caracterizará, entre otras cosas, por luchar contra el invasor francés en la Batalla de Bailén y donde figuran, además, otros miembros de la rama alicantina y valenciana.
De ahí se salta a la 21, en donde los Topete ejercerán una gran influencia en los Cervera, que dejarán de dedicarse al campo y se lanzan a la vida del mar. Tres Topete alcanzarán el almirantazgo y lucharán en Trafalgar y Gibraltar contra los ingleses, alzándose uno de ellos contra la reina Isabel II, propiciando la revolución de septiembre de 1868, conocida popularmente como “La Gloriosa”.
Y es de esta generación 21 donde surgen cinco grandes ramas en las que los marinos constituirán una pieza fundamental. En la rama 2 aparece la figura de nuestro personaje, Pascual Cervera Topete, segundo de ese nombre y sin duda el más famoso marino del linaje contemporáneo. El conjunto de las cinco ramas dan, desde 1835 hasta nuestros días, un saldo de 57 marinos de guerra, 14 de ellos almirantes de la Armada.
5. La proyección social del apellido en el siglo XXI
La unión del pasado con el presente produce siempre una maduración de lazos de afectos que fortalecen el ente familiar. Es lógico querer saber quiénes y cómo eran nuestros padres, nuestros abuelos y familiares de estos, en tanta mayor medida y extensión en el tiempo como sea posible.
De ahí el deseo de incrementar el número de parientes conocidos, de las personas a quien rendir el culto del recuerdo, la admiración y tal vez de agradecimiento siquiera sea por habernos precedido en el tiempo dejando la semilla que nos ha permitido ser.
Por eso es necesario conocerlos, y valorarlos, y aquí el genealogista se ocupa de apartar la losa que cubre su olvido y acercarlos al presente, como un merecido homenaje al pasado.
Quien se enfrenta a la ingente tarea de la investigación de un apellido encontrará no pocas dificultades en su camino. Una de las mayores es la falta de anotaciones registrales tanto en el Registro Civil como en los archivos parroquiales cuando se buscan actas de matrimonio o antecedentes bautismales.
Si a ello se añade que muchas parroquias fueron incendiadas durante las guerras civiles, desgraciadamente tan frecuentes en España durante los dos últimos siglos, se comprende el valor añadido del esfuerzo investigador.
También en ocasiones –y en el caso de la familia Cervera hay buena prueba de ello- los cruces familiares, las bodas entre primos, los dobles matrimonios de la misma persona, las diferentes líneas familiares que se entroncan o el gran número de hijos que aparecen en una generación determinada, dan al traste con cualquier planteamiento gráfico sencillo de los miembros de una determinada saga.
Sentado esto, ¿cómo podemos situar la proyección social de los Cervera en el marco actual de su época, y de qué manera la influye o la condiciona?
El impacto social en la familia Cervera es evidente. Se suele identificar con el binomio Cervera-Marina, quizás porque la figura de su antepasado Pascual Cervera Topete ha trascendido más allá de la historia de España, y se le ha asociado como el símbolo y el ejemplo del cumplimiento del deber, por ingrato que éste se presente.
Que el ejemplo fructificó, no cabe la menor duda a la vista de todos los Cervera que han vestido el uniforme de la Armada pero no quedan limitados o encasillados al entorno naval aun siendo tan significativa su influencia.
Los Cervera se han proyectado en el marco social de su tiempo a través de muy diversas profesiones y actitudes que ha trascendido fronteras y caminos ya sea en el ámbito militar, como en tareas diplomáticas, o como ingenieros, abogados, médicos, religiosos, economistas, artistas, deportistas y un largo etcétera.