La burocracia es, como decía Max Weber, la forma más racional de organización, pero que a veces genera nuevas formas de irracionalidad…
La metáfora que el autor emplea para comprender el término de burocracia imagina una jaula con barrotes a través de los cuales se puede ver lo que hay detrás, aunque jamás se pueda alcanzar… En cierto modo, uno se encuentra como prisionero, dentro de ella…
Pascual Cervera Topete publicó en septiembre de 1896 un trabajo titulado “Reflexiones sobre los Arsenales, la Ordenanza y Reglamento de Contabilidad vigentes”. Este trabajo es un breve documento que pretende alertar acerca de los peligros que produce la ineficacia de las organizaciones. Lo que viene a continuación es la reproducción literal de lo que entonces escribió y que es elocuente por sí mismo…
“Parece fuera de discusión que toda institución que se funde debe adaptarse a las condiciones de la Sociedad donde haya de existir, modificando sus formas a medida que la Sociedad las modifique, so pena de perecer o por lo menos, llevar una vida trabajosa, combatida, y como resultado de todo esto, estéril.
Esto es lo que sucede a nuestros Arsenales, pero con ser lo que más influye en sus defectos, no es lo único ciertamente…”
A continuación Cervera traza una serie de recomendaciones para agilizar aún más la función pública de los Arsenales militares y termina su trabajo con un apéndice, que es una joya de la burocracia, en estado puro. Para ello estudia el itinerario de un expediente, desde que se inicia hasta su conclusión. Y escribe:
En corroboración de lo que en el texto de estos apuntes digo, pongo a continuación un caso práctico, que prueba hasta dónde llevan estos reglamentos.
De intento he elegido un caso en el que no he intervenido, antes al contrario me encontraba en Inglaterra cuando ocurrió. He aquí el caso:
El 3 de Octubre de 1894 pasó el Ramo de Armamentos un escrito al Presidente de la Junta, consultando quién había de pelar los mulos del Arsenal y estancia de San Carlos, por haber sido licenciado un confinado (preso) que antes lo hacía.
En sesión celebrada por la Junta Administrativa del Arsenal el 5 del mismo, acordó que el Jefe del ramo de Armamentos inquiriera si había algún operario que pudiera prestar este servicio.
En 13 del mismo contestó que no había ninguno.
La Junta, en sesión del 15 del mismo acordó sacar el servicio a concurso.
Se extendió el anuncio por duplicado, fijándose en las puertas del Arsenal, pero el concurso quedó desierto, según participó el Comisario en oficio del 20, y la Junta, en sesión del 22 acordó participarlo al Excmo. E Ilmo. Sr. Capitán General del Departamento.
No habiendo contestado nada S.E.I. y siendo cada vez más urgente el pelado de los mulos, reiteró el Jefe del ramo de Armamentos esta necesidad en oficio de 8 de febrero de 1895. Y la Junta en sesión de 17 de abril, acordó sacarlo de nuevo a concurso.
Publicado el concurso y habiendo resultado desierto, lo participó así el Comisario en oficio de 14 de Mayo y la Junta, en sesión de 18 del mismo, acordó significarlo al Excmo. Sr. Capitán General del Departamento, proponiéndole se lleve a cabo el pelado por Administración, aprobando lo propuesto en oficio de 27 del mismo Mayo.
Visto en la Junta el asunto, en sesión de 30 del mismo Mayo, se acordó noticiarlo a Armamentos y Comisaría.
Nombrada la Comisión reglamentaria, se efectuó el servicio de lo que dio cuenta el Comisario en oficio de 19 de Junio, que se aprobó en la Junta en sesión del mismo día.
Para efectuar el pago dio el Comisario la orden correspondiente con fecha 17 de Junio, participándole el mismo día al contador del Depósito haberse así ejecutado.
La liquidación se hizo en 26 del mismo Junio de 1895, cuyo documento que hay que hacerlo doble, lleva de justificantes:
- Estado parcial de conceptos que se hace doble.
- Copia de la cuenta presentada por vales.
- Copia del acuerdo de la Junta de 19 de Junio.
NOTA.- No he querido hacer el menor comentario, que podrá hacer el lector según su criterio, habiéndome limitado a exponer los hechos, sacados de las oficinas del Arsenal.
Cervera termina con la consignación de los 24 documentos (que identifican los procesos seguidos) y que a lo largo de ocho meses fueron necesarios para que el Arsenal pudiera pelar a tres mulos y un asno… No se sabe cómo resistieron los pobres animales todo ese tiempo sin ser esquilados, pero a más de uno se le ha pasado por la cabeza imaginar quiénes eran verdaderamente más animales, si los pobres asnos del Arsenal, o bien los burócratas que se encontraban en el Ministerio…
El enigma que Larra explica en el “vuelva usted mañana” alcanza aquí su cenit, habida cuenta que en la Guerra con los Estados Unidos (año y medio después), la Administración militar seguiría funcionando con el mismo grado de atraso e ineficacia…